domingo, 13 de marzo de 2011

LIDERES Y PSEUDOLIDERES

En estos momentos en los que aparecen lideres por todos lados y los que se autoproclamaron lideres sin serlo, se agarran de lo que sea para mantenerse allí, me di a la tarea de analizar casos y revisar notas concienzudamente para tener en claro qué diferencia a un líder de un pseudolíder, cómo reconocerlos para decidir seguirlo… o abandonarlo.


Aquí mis conclusiones:

LIDERAZGO

Se define el Liderazgo como la capacidad que tiene una persona para despertar entusiasmo en pos de una visión y una misión compartida con otros y articular las actividades que conlleven al cumplimiento de esta visión-misión sirviéndoles como ejemplo para hacerles asumir su responsabilidad en el proceso.

Si bien el liderazgo lo ejercemos en diferentes momentos y situaciones, me referiré específicamente al liderazgo político, refiriéndome a aquellas personas que pretenden conseguir unos votos en su comunidad o los que dirigen un movimiento o grupo político.

Existen varias características inherentes a todo líder político que en conjunto nos ayudarán a determinar si estamos frente a un verdadero líder:

1) Debe saber guiar a su grupo por la senda precisa. Si el grupo no avanza, ese liderazgo es cuestionable.

2) Sus acciones deben ser impulsadas por el idealismo, propio de quienes quieren realizar un proyecto, alcanzar una meta, pero siempre acompañadas de realismo: ser consciente de hasta dónde se puede, cuándo parar, cuándo avanzar.

3) El líder debe tener contactos y excelentes relaciones sociales, ser conocido con anterioridad por algo; haberse destacado en acciones sociales, de manera que eso genere confianza y asegure de alguna manera el éxito en esta nueva empresa.

4) Debe tener mucha imaginación e intuición. Poder adelantarse a los hechos y actuar.

5) Disponibilidad económica, propia o suministrada por la propia organización. Sólo de esta manera podrá dedicarse tiempo completo a la política, a la organización y fortalecimiento de un equipo de trabajo

6) Ser prudente, saber evitar las provocaciones o bien, seguir trabajando con tesón aún cuando éstas se presenten logrando con audacia que su partido siga destacándose y fortaleciéndose.

7) Facilidad de expresión que combinara con agilidad mental y permanente información de la realidad social y todo lo que acontece en su mundo. Además la facilidad de dirigirse a diferentes sectores socio-culturales y económicos.

8) Simpatía y Don de Gentes: saber conectarse con las personas y rodearse de quienes le ayudarán a lograr su cometido entendiendo que el líder no hace todo solo, sino que dirige y coordina un equipo de personas con conocimientos sólidos y actitud entusiasta. Personas que, a su vez, son líderes en su área. Y en general mirar a los demás como lo que son: personas iguales a él, con deseos, sueños y necesidades.

9) Ser una mezcla de pensamiento y acción. Debe dar el ejemplo, ser quien impulse a los demás a hacer cosas, motivándolos constantemente y generando confianza con sus acciones.

Estas características aplican, en general, para el liderazgo aplicado en cualquier organización. Un buen líder puede llevar muy lejos a su equipo de trabajo, a sus seguidores, a toda una comunidad.

Pero, del mismo modo, un liderazgo mal desarrollado puede traer consecuencias nefastas al equipo. En este caso, puede llevar al partido al fracaso absoluto. A este liderazgo mal ejercido se le llama “Pseudoliderazgo” y se manifiesta de diferentes maneras:

- El autócrata: El líder es celoso, manipulador, intolerante, controlador. Es absolutamente desconfiado hacia todo , elije a sus colaboradores entre gente de su confianza, entre los que no cree que puedan opacarle.

- El paranoico: Es un caso similar al autócrata pero agravado. Ve conspiraciones en todos lados y culpa siempre a otros de sus fracasos.

- El aventurero: No mide las consecuencias de sus actos, suele ser provocador o caer fácilmente en provocaciones. Muy poco prudente, realista y objetivo. Es más bien un activista.

- El pasmado: Es opuesto al aventurero, bastante quieto, sin atreverse a realizar actividades en las que se muestren públicamente, tal vez debido en gran medida a su falta de imaginación y confianza en sí mismo.

- El analfabestia: Poco informado y carente de toda sensibilidad. En general, un mediocre.

- El ultraidealista: Poco realista, muy soñador, lleno de buenas intenciones sin acciones reales y efectivas.

Lo peor que puede ocurrir a una organización, grupo de trabajo o movimiento político es que una persona no capacitada lo dirija. Ha ocurrido en muchas ocasiones con consecuencias lamentables.

La construcción y desarrollo de una organización es responsabilidad de todos los que a ella pertenece. Por lo tanto, estamos comprometidos a hacer notar las cosas que no se están realizando bien. No creo que debamos decir “los trapos sucios se lavan en casa”, eso sólo nos lleva a eternizar un problema y es más la frase que acostumbra a utilizar el pseudolíder para cortar la libertad de expresión de quienes le rodean, evitando que se descubra su pésima gestión.

A un pseudolíder le encanta rodearse de quienes dirán le darán la razón en todo, lo estarán adulando, llevándolo a creer que es el dueño, amo y señor de ese grupo, comunidad o partido.

martes, 8 de marzo de 2011

Mujer, Cuidado y Medio Ambiente

Por: Angela Maria Robledo

Tenemos un propósito común: hacer un reconocimiento a la contribución que las mujeres hacemos, desde las distintas posiciones que ocupamos, al cuidado de la Vida en todas sus expresiones y al cuidado del Medio Ambiente que la sustenta. Un evento de celebración de la Vida, de reconocimiento y valoración del aporte que las Mujeres hacemos al cuidado de la misma.


La urgencia de avanzar en el reconocimiento y en la promoción del goce efectivo de los derechos por parte de tantas y tantas mujeres que en Colombia y en el mundo vivimos la realidad de unas estructuras sociales, económicas, culturales y políticas que sustentan un modelo de sociedad y de Estado que privilegia los intereses de unos pocos, especialmente de aquellos que mediante relaciones de dominación ponen de manera constante en tela de juicio los principios de igualdad y libertad.

A esa suma de instituciones, formales e informales; a la ideología que las justifica y a las múltiples expresiones de tal discriminación en contra de los derechos de la mujer en los campos educativo, laboral, sexual, reproductivo y político, para mencionar solo algunos, es a lo que llamamos Patriarcado. Y por constituir una forma injustificada de discriminación, y por los costos tan grandes que impone a las mujeres que lo padecemos, pero también a la sociedad en su conjunto que por razón de las estructuras patriarcales no puede contar con el pleno desarrollo de las capacidades de la mitad de sus miembros, es por lo cual muchas y muchos nos declaramos en abierta y total rebeldía contra tales estructuras.

Este evento tiene el propósito de constituir una declaración de nuestro compromiso de luchar, cada uno desde su propia posición en el mundo, por la construcción de unas relaciones igualitarias, solidarias y pacíficas entre hombres y mujeres; reconociendo y valorando las diferencias que existen entre nosotros, pero por sobre todo reconociendo también nuestra común naturaleza como miembros de la especie humana, al igual que los enormes retos que debemos enfrentar conjuntamente, uno de los cuales, es la de la preservación del Medio Ambiente que haga posible nuestra vida en el planeta.

La propuesta es que trabajemos desde el eco-feminismo: Primera arista: para un partido político como el Partido Verde, cuyos principios hacen referencia a la condición sagrada de la vida, en todas sus expresiones, a la eliminación de cualquier forma de violencia, a la equidad , al respeto por la diversidad y a la dignidad de unirnos a la celebración de un día como hoy, constituye una oportunidad para continuar fortaleciendo nuestra propuesta programática y para proponer acciones colectivas en torno a lo que significa la potencia de lo femenino en las relaciones con el medio ambiente.

Segunda arista: uno de los clichés más conocidos: las feministas son unas locas, histéricas y radicales. Cliché que esconde una fuerte discusión teórica y política sobre las tendencias actuales del feminismo.
Por un lado sabemos que en algunas de estas tendencias se percibe a los contradictores como enemigos, la confrontación se hace desde prácticas bélicas, de desconocimiento del Otro y sus banderas pueden terminar reivindicando paradójicamente aquello que se quiere poner en cuestión, el modelo antropocéntrico y masculino de dominación. Otras tendencias del feminismo, son aquellas que se piensan más como movimiento social y si bien ponen bajo sospecha el orden establecido de manera radical, perciben los contradictores no como enemigos, sino como adversarios, con una existencia legítima en su lucha. Un feminismo que reconoce su movimiento social y que se expresa a través de acciones colectivas en clave de relación, no será sólo una propuesta de afectación en la vida de las mujeres, sino también y de qué manera la vida de los hombres.

El feminismo como movimiento social quiere producir profundas transformaciones en lo social, lo cultural, lo económico, lo político, movimiento que inicia en la esfera privada, doméstica, en nuestras casas y que transita al espacio público del barrio, la plaza, el pueblo, la ciudad, para lograr mayor visibilidad en sus acciones y demandas. Movimiento radical sí, porque busca eliminar cualquier forma de violencia sobre las mujeres y sobre cualquier ser humano o expresión de vida en el planeta. Radical porque nada justifica que nos violenten, nada justifica que nos dominen y quieran utilizar nuestro cuerpo como territorio de sometimiento y agresión, nada justifica que a igual trabajo recibamos menor reconocimiento económico y social, nada justifica que nos hagan aparecer como histéricas, conflictivas, intensas, porque exigimos que se reconozca que el desarrollo en nuestro país, pasa especialmente por el desarrollo de cada una de las mujeres colombianas.

Radical sí porque muchas mujeres no queremos hombres que nos amen por ser bellas, frágiles, dependientes, sumisas. Ni queremos hombres “machos, machotes”, es decir rudos, arrojados, desafiantes, violentos, hechos para la guerra. Queremos hombres como dice Juan Carlos Flórez, masculinos, más no machistas, fuertes pero no violentos. Somos radicales sí, porque no queremos privarnos de la oportunidad de construir relaciones solidarias, complejas, relaciones entre iguales en las cuales podamos desarrollar nuestra capacidad de cuidarnos, de cuidar al otro, de cuidar el planeta.

El ecofeminismo es la convergencia de la ecología y el feminismo. La ecología dice básicamente que no se pueden destruir los fundamentos ecológicos a través de los que sobrevivimos. Y el feminismo dice que no hemos nacido desiguales, que formamos parte de la misma especie. El ecofeminismo es realmente la filosofía de toda sociedad duradera. Y su reciente articulación ha venido de la mano de algunas de nosotras, que nos hemos dado cuenta que las estructuras modernas que se han ido creando son simples juegos con los que se divierten las personas que no tienen nada mejor que hacer.

Las personas que están ocupadas cuidando de un niño, de una madre enferma, de los pobres de la localidad, no se dedicarían a crear, por ejemplo, organismos desarrollados con ingeniería genética para tolerar mejores dosis de herbicida. Porque estas personas están protegiendo la vida y no les sirve decir: esta es mi propiedad, porque poseen las cosas a través de una relación de amor y de ternura, no a través de una relación de posesión.

Nuestro sueño queridas mujeres es cambiar el mundo, pero como lo dice María Jesús Izquierdo, sino al mundo al menos nuestras formas de estar en el mundo”.