En estos momentos en los que aparecen lideres por todos lados y los que se autoproclamaron lideres sin serlo, se agarran de lo que sea para mantenerse allí, me di a la tarea de analizar casos y revisar notas concienzudamente para tener en claro qué diferencia a un líder de un pseudolíder, cómo reconocerlos para decidir seguirlo… o abandonarlo.
Aquí mis conclusiones:
LIDERAZGO
Se define el Liderazgo como la capacidad que tiene una persona para despertar entusiasmo en pos de una visión y una misión compartida con otros y articular las actividades que conlleven al cumplimiento de esta visión-misión sirviéndoles como ejemplo para hacerles asumir su responsabilidad en el proceso.
Si bien el liderazgo lo ejercemos en diferentes momentos y situaciones, me referiré específicamente al liderazgo político, refiriéndome a aquellas personas que pretenden conseguir unos votos en su comunidad o los que dirigen un movimiento o grupo político.
Existen varias características inherentes a todo líder político que en conjunto nos ayudarán a determinar si estamos frente a un verdadero líder:
1) Debe saber guiar a su grupo por la senda precisa. Si el grupo no avanza, ese liderazgo es cuestionable.
2) Sus acciones deben ser impulsadas por el idealismo, propio de quienes quieren realizar un proyecto, alcanzar una meta, pero siempre acompañadas de realismo: ser consciente de hasta dónde se puede, cuándo parar, cuándo avanzar.
3) El líder debe tener contactos y excelentes relaciones sociales, ser conocido con anterioridad por algo; haberse destacado en acciones sociales, de manera que eso genere confianza y asegure de alguna manera el éxito en esta nueva empresa.
4) Debe tener mucha imaginación e intuición. Poder adelantarse a los hechos y actuar.
5) Disponibilidad económica, propia o suministrada por la propia organización. Sólo de esta manera podrá dedicarse tiempo completo a la política, a la organización y fortalecimiento de un equipo de trabajo
6) Ser prudente, saber evitar las provocaciones o bien, seguir trabajando con tesón aún cuando éstas se presenten logrando con audacia que su partido siga destacándose y fortaleciéndose.
7) Facilidad de expresión que combinara con agilidad mental y permanente información de la realidad social y todo lo que acontece en su mundo. Además la facilidad de dirigirse a diferentes sectores socio-culturales y económicos.
8) Simpatía y Don de Gentes: saber conectarse con las personas y rodearse de quienes le ayudarán a lograr su cometido entendiendo que el líder no hace todo solo, sino que dirige y coordina un equipo de personas con conocimientos sólidos y actitud entusiasta. Personas que, a su vez, son líderes en su área. Y en general mirar a los demás como lo que son: personas iguales a él, con deseos, sueños y necesidades.
9) Ser una mezcla de pensamiento y acción. Debe dar el ejemplo, ser quien impulse a los demás a hacer cosas, motivándolos constantemente y generando confianza con sus acciones.
Estas características aplican, en general, para el liderazgo aplicado en cualquier organización. Un buen líder puede llevar muy lejos a su equipo de trabajo, a sus seguidores, a toda una comunidad.
Pero, del mismo modo, un liderazgo mal desarrollado puede traer consecuencias nefastas al equipo. En este caso, puede llevar al partido al fracaso absoluto. A este liderazgo mal ejercido se le llama “Pseudoliderazgo” y se manifiesta de diferentes maneras:
- El autócrata: El líder es celoso, manipulador, intolerante, controlador. Es absolutamente desconfiado hacia todo , elije a sus colaboradores entre gente de su confianza, entre los que no cree que puedan opacarle.
- El paranoico: Es un caso similar al autócrata pero agravado. Ve conspiraciones en todos lados y culpa siempre a otros de sus fracasos.
- El aventurero: No mide las consecuencias de sus actos, suele ser provocador o caer fácilmente en provocaciones. Muy poco prudente, realista y objetivo. Es más bien un activista.
- El pasmado: Es opuesto al aventurero, bastante quieto, sin atreverse a realizar actividades en las que se muestren públicamente, tal vez debido en gran medida a su falta de imaginación y confianza en sí mismo.
- El analfabestia: Poco informado y carente de toda sensibilidad. En general, un mediocre.
- El ultraidealista: Poco realista, muy soñador, lleno de buenas intenciones sin acciones reales y efectivas.
Lo peor que puede ocurrir a una organización, grupo de trabajo o movimiento político es que una persona no capacitada lo dirija. Ha ocurrido en muchas ocasiones con consecuencias lamentables.
La construcción y desarrollo de una organización es responsabilidad de todos los que a ella pertenece. Por lo tanto, estamos comprometidos a hacer notar las cosas que no se están realizando bien. No creo que debamos decir “los trapos sucios se lavan en casa”, eso sólo nos lleva a eternizar un problema y es más la frase que acostumbra a utilizar el pseudolíder para cortar la libertad de expresión de quienes le rodean, evitando que se descubra su pésima gestión.
A un pseudolíder le encanta rodearse de quienes dirán le darán la razón en todo, lo estarán adulando, llevándolo a creer que es el dueño, amo y señor de ese grupo, comunidad o partido.
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